viernes, 1 de diciembre de 2017

¿Por qué la conciliación es una decisión personal?


Vivimos en un país, o en dos o tres, ya no sé…, cuya cultura arraigada es echar la culpa a los demás, olvidándonos de la cuota de responsabilidad que todos tenemos, y en esto de la conciliación... no hay diferencias.

Que en España no se concilie, es culpa de Rajoy y de mi jefe, a partes iguales o no, pero desde luego nunca mía.

Si Rajoy nos dice, mire usted, yo puedo ayudarle a conciliar pero debo incrementar sus impuestos y concretamente el IRPF en 10 puntos, lo llamaremos loco o cosas peores.

Si nuestro jefe nos dice, querido/a yo puedo ayudarte pero queremos que mejores tu eficiencia / productividad y por supuesto tu compromiso, le/la llamaremos tirano u otras cosas peores.

La conciliación es una decisión individual que parte de la más absoluta responsabilidad personal.

Es como lo de ser padre o madre,.. ¡claro que cambia la vida! ¡Afortunadamente! Y claro que te va a exigir mucho.

¿Cuál es el rol de la empresa en este lío de la conciliación? Ordenando de menos a más…
  1. Conocer tu plan de vida. Tus necesidades y expectativas, sobre todo aquellas más relacionadas con aspectos esenciales.
  2. Respetarlas. Que no es poco.
  3. Apoyarlas ¿Cómo? Organizando el trabajo para que impacte lo menos posible en tu proyecto,  en tus decisiones…
  4.  Y, … sólo para tops. Influir, es decir ir más allá. No sólo estar atento a tus decisiones, sino en la medida de sus posibilidades contar a la gente cuál es el modelo de éxito que funciona. Los pros y contras de unas y otras decisiones. En el ámbito efr, éste último corresponde a las empresas excelentes o de rating A ya que es verdaderamente complejo y exigente llegar a ellas.

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En definitiva la  decisión de conciliar,  es como la motivación que uno debería traerla de casa. Tu empresa una vez conocido tu “plan de vida”,  debería respetarlo primero y apoyarlo después. Pero qué sucede, que estamos anclados y atascados en un concepto retrógrado del trabajo en el que el empresario/a vil y ruin explota, y por tanto, para purgar parte de sus penas, debe dar sin esperar. Lo mismo con la conciliación. Por tanto, no transforma, no es bidireccional y ... acaba NO otorgándola, porque ,.. ¿para qué? Si hay que ir se va pero ir pa ná es tontería.

Tampoco ayuda nada en esto la relación sindical, en la mayoría de los casos decimonónica, ni los departamentos de RRHH… ¿Pero cómo podemos seguir preguntándonos y midiendo absentismo? ¿Qué información nos da? y… ¿y satisfacción? Sigamos así, proporcionando cosas como la conciliación, y preguntando si la peña está satisfecha? La peña no es tonta, lo incluirá , lo asimilará cual paisaje  y seguirá pidiendo más,  cual monstruo de doble cabeza y apetito voraz.

Pregunta por el compromiso, eso es bien distinto, eso correlaciona con los resultados y no la satisfacción. Yo te voy a dar conciliación, claro que sí, pero quiero esperar de ti un mayor compromiso y si tú no estás dispuesto, yo tampoco, así de fácil como en cualquier relación entre personas.

Yo quiero conciliar, lo he reflexionado suficientemente, lo he contrastado, conozco los pros y contras, estoy concernido, determinado y actúo en consecuencia. Si mi empresa no me apoya me voy a otra que sí lo haga. Esa es la verdadera actitud que cambia el mundo.

Conciliator 2.0 has been here!

Que la fuerza os acompañe!!


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